Desconectarse es un derecho: una sola cosa a la vez

Hoy me llegó esto al mail. Lo comparto porque parece pertinente.

Una sola acción a la vez

En estos días hay una tendencia a responder los correos electrónicos e incluso las cartas como si se tratara de los antiguos telegramas o simplemente se estuviera chateando. Ya no se usa poner el nombre de la persona a quien va dirigido el correo o firmarlo. Se usan abreviaturas que no existen en español o simplemente se expresan las ideas de manera sucinta. Se ha perdido sin duda el placer de la correspondencia, de expresar ideas de una manera extendida y de complacerse en el uso estético y correcto del lenguaje. En fin, de tomarse el tiempo para escribir pensando en el destinatario. Y todo esto porque las personas tienen tantas ocupaciones que deben despachar los asuntos apresuradamente.

Pienso en el filósofo Byung-Chul Han que en su libro “La Sociedad del Cansancio” habla de las múltiples ocupaciones simultaneas de las personas contemporáneas, el “multitasking”, que en esta sociedad de la productividad es sinónimo de eficiencia. No obstante, según lo analiza el filósofo, se trata en realidad de un retroceso a las necesidades básicas de supervivencia en la jungla, donde mientras come debe estar atento al peligro de los depredadores, a la competencia de los individuos de la misma especie o a la necesidad de proteger a la manada. En contraposición, él mismo propone la práctica de detenerse: regresar a la actitud contemplativa del zen de no-hacer, como antídoto para el desenfreno de una sociedad competitiva y sobrecargada de actividades simultáneas. Nuestra práctica de sentarnos frente al muro sin esperar recompensa, desafía el vértigo de hacer muchas cosas con la pretensión de efectividad.

En dirección opuesta al “multitasking”, el zen propone concentrar la atención en una sola acción, como práctica esencial. Para poder hacer una sola cosa, en compromiso total, se requiere poder soltar las ideas parásitas que surgen cuando uno quiere concentrarse en algo. Como cuando va a subir las escaleras para buscar las llaves y en el camino se da cuenta de que no ha regado la planta. Se regresa para buscar agua y nota que los zapatos están estorbando el paso, los toma para llevarlos al mueble de la entrada y descubre que no había tirado a la basura las flores ya marchitas y cuando va a hacerlo, siente necesidad de enderezar el cuadro que había visto torcido desde la mañana  y así, se olvida de la intención inicial de buscar las llaves.

Realizar una sola acción es un entrenamiento que surge de lo que el maestro Kosho Uchiyama denominaba, “Abrir la mano del pensamiento”. Soltar la aprehensión a las ideas. Abandonar la necesidad de controlar todo. Despertar a la realidad presente de la vida sin los filtros de nuestra mente conceptual. Solo así, podremos afrontar lo que estamos haciendo con una mente libre de condicionamientos y libre de la necesidad de cumplir muchas cosas a la vez, para sentirnos “eficientes”.

Venerable Densho Quintero

Abad Templo Daishin
Comunidad Soto Zen de Colombia
www.sotozencolombia.org

Leave a comment

Blog at WordPress.com.